El arrendatario se compromete a realizar el pago del alquiler mensualmente, antes de la fecha de vencimiento acordada, mediante el método de pago acordado por ambas partes.

El arrendatario deberá abonar una fianza o depósito equivalente a un determinado número de meses de alquiler, el cual será devuelto al finalizar el contrato, una vez comprobado el estado del apartamento y deducidos los gastos necesarios.

El arrendatario se compromete a mantener el apartamento en buen estado y a informar al arrendador sobre cualquier reparación necesaria. Las reparaciones debidas al desgaste normal serán responsabilidad del arrendador, mientras que aquellas causadas por negligencia del arrendatario serán responsabilidad de este último.

El apartamento será utilizado únicamente con fines residenciales, quedando prohibido su uso para actividades comerciales o ilegales. Además, el arrendatario se compromete a respetar las normas de convivencia y las regulaciones del edificio o comunidad en el que se encuentra el apartamento.

El arrendatario no podrá subarrendar total o parcialmente el apartamento sin el consentimiento expreso y por escrito del arrendador. Asimismo, la cesión del contrato requerirá la aprobación previa del arrendador.

Ambas partes deberán notificar con antelación la terminación del contrato de acuerdo a los plazos establecidos. Al finalizar el contrato, el arrendatario deberá desocupar el apartamento y entregarlo en las mismas condiciones en las que fue recibido, excepto por el desgaste normal.